Sexo sin “Compromiso” entre los jóvenes. ¿Qué buscan? ¿Es realmente satisfactorio?
Probablemente pensemos que las personas deseamos (nos atrevamos o no, es otra cuestión) echar una cana al aire de vez cuando sin ataduras ni compromisos. Este tema es cada vez menos tabú entre los adultos jóvenes de hoy, y más en la era de las redes sociales de ligoteo.
¿Cómo han conseguido los jóvenes deshacerse de las viejas normas no escritas?: Pídele una cita a la chica que te gusta…, tiene que ser el chico el que tome la iniciativa…, si no le conoces no deberías tener sexo con él…, para disfrutar del sexo tiene que haber amor…
¿Por qué motivos te acuestas con alguien a quien apenas conoces? ¿Se necesita amar a alguien para disfrutar del sexo con esa persona? Acompáñanos hacia estas incógnitas.
No sabemos hasta qué punto los jóvenes se han liberado realmente de los códigos anteriores. Sobre todo considerando que nuestros padres nos han educado a la mayoría, desde el silencio, en todo aquello que tenía que ver con la sexualidad. Sin embargo, parece que está de “moda” el hecho de acostarse con variedad de amantes y ser capaz de disfrutar con ello. Tampoco sabemos si esta nueva “pauta de relaciones” hace a los jóvenes realmente más felices.
Quizás sea por presión de grupo o simplemente puede que les atraiga la otra persona y no le den más vueltas. O puede que se estén dando ambas cosas a la vez: el deseo de presumir y el deseo de pasarlo bien a través del sexo.
Se escucha con frecuencia: “la primera vez tiene que ser con alguien especial. Pero muchos jóvenes se quedarán pensado… “¿y quién es alguien especial?”, “¿y si no aparece nunca la persona que se supone que tiene que ser especial?”. Otro comentario típico, es: “Si no sientes algo por esa persona no disfrutas”. ¿Algo? ¿Qué es sentir algo?¿Y qué pasa con el propio placer sexual? ¿Dónde queda relegado? ¿Quién se va a preocupar por él sino una misma?…
Un estudio que hemos llevado a cabo recientemente nos ha demostrado que hay personas que sí disfrutan y personas que no disfrutan. Curiosamente este estudio, nos ha revelado que existen grandes diferencias de género en esto de tener relaciones sexuales ocasionales con alguien de quien no estás enamorado o enamorada.
¿Quién crees que tiene más interés por mantener relaciones sexuales con una persona sin compromiso?…. Exacto, los hombres. Pero no creas que el nivel de interés de las mujeres por el sexo sin compromiso es nulo. Por un lado, los hombres tienen que demostrar su masculinidad (de lo contrario, no son “tan hombres”), y qué mejor forma de hacerlo que saliendo de la discoteca con una chica de la mano delante de todos sus amigos.Por otro lado, a las mujeres nos gusta sentirnos deseadas y parece que es para nosotras más importante el tener una estabilidad con la pareja, pero, no nos olvidemos, también deseamos desear. Por lo tanto, nos encontramos entre la espada y la pared. Parece que las mujeres tienen que dar a conocer su cuerpo, a la par que demostrar lo hábiles y capaces que son en la cama; y a partir de ahí, ver si merecemos después tener una relación romántica y estable.
No obstante, la penalización social ataca de nuevo, dado que aquella que se acuesta con el primero que le apetece va a ser calificada de “chica fácil” o con palabras mucho más ofensivas. Por el contrario, si rechaza una oferta sexual, ¡con lo modernas que somos todas hoy en día!, va a ser calificada de mojigata, por ejemplo, o chapada a la antigua. Hay calificativos para dar y tomar. Todo esto, es una prueba más de que solemos salir perjudicadas, hagamos lo que hagamos.También es cierto que otros estudios dicen que la mujer acepta mantener relaciones sexuales con alguien a quien apenas conoce, con la esperanza de que ese alguien se convierta en una pareja romántica y estable.
Conclusión, como nos dice la moraleja del cuento de “El padre, el hijo y el burro”, lo importante está en saber tomar decisiones que a cada uno/a le satisfagan sin estar tan pendientes del qué dirán, y que ello, no nos impida disfrutar de nuestra propia sexualidad.Al hilo de dicha moraleja, en una sociedad donde la sexualidad ya no es tan tabú (aún nos queda camino por recorrer, pero al menos no lo es tanto como antes) estamos empezando a darnos cuenta de que somos dueños y dueñas de nuestra sexualidad. Ya nadie es quién para decirnos cómo vivirla, siempre y cuando se respeten los principios del consentimiento. No debería de haber ningún problema, en mantener relaciones sexuales sin compromiso. El sexo ocasional consentido y deseado es una forma de que las personas solteras (y/o que no se encuentren en una etapa de afrontar una relación más seria o que incluso ese no sea un objetivo en su vida) gocen y se complazcan.
No se trata de proponer el sexo ocasional como el referente a seguir y el modelo a lograr; al contrario, cada uno elige su conductas en función de sus deseos, capacidades, posibilidades, pautas morales…y todo esto en interacción con otra persona con sus propias ideas.
Hablando de disfrutar… Una vez hemos encontrado al candidato o la candidata que más nos atrae y con la que queremos mantener una noche apasionada de sexo sin ir más allá, ¿qué satisfacción obtenemos? En el estudio que os he mencionado, se revelaba que efectivamente estas relaciones se disfrutan. Sin embargo, también aquí se vieron diferencias de género: los hombres puntuaban más alto en una escala de satisfacción sexual que las mujeres, pero ¡ojo!, las mujeres no puntuaban bajo, su puntuación era alta también, simplemente los hombres disfrutan un poco más que ellas.Otra vez te pregunto… ¿a qué crees que se debe esto?. Pensemos…. Ellas son plenamente conscientes del estigma social que existe, si ella mientras está teniendo sexo con un desconocido o con alguien de quien no está enamorada está pensando (consciente o inconscientemente) en las consecuencias negativas que le puede acarrear, su satisfacción sexual, ¿no se verá algo mermada? En efecto. Pero también hay mujeres que, aun sabiendo que existen ciertos clichés, son capaces de discernirlos y saben hacer uso de su libertad sexual, para disfrutar de este tipo de relaciones.
En resumen, hombres y mujeres buscamos y disfrutamos de las relaciones sexuales esporádicas. Ellos las buscan sin un excusa aparente, simplemente por el hecho de disfrutar de una noche loca y ellas, o al menos la mayoría, con una cierta esperanza de que esa persona con la que compartió pasión y desenfreno durante una noche se convierta en su pareja.Ellos disfrutan un poco más dado que están libres de penalizaciones sociales, pero aunque ellas saldrán socialmente peor paradas,… ¡nada indica que no puedan disfrutar del mismo modo!