Por no hablar de… (Pornografía)
¿Es real todo lo que se ve en el porno? ¿Qué parte es verdad y cuál es ficción? ¿Las relaciones sexuales realmente son así? A diferencia de lo que ocurre en la vida real, en las películas de ciencia ficción podemos ver coches volando, superhéroes con poderes o comunidades de vecinos en las que cada día organizan una junta. Y menos mal, porque si no ¡vaya estrés!
En la pornografía los efectos especiales no son explosiones ni personas volando, y por eso a veces no se notan, pero también están ahí. Por eso en este artículo queremos hablarte de algunos de esos “efectos especiales” que hacen que las cosas parezcan reales pero que en verdad se alejan (y mucho) de la realidad.
Fantasía vs Realidad
Las fantasías no son más (y nada menos) que eso, fantasías. Nos sirven para soñar despiertos, para vivir situaciones imposibles como volar, viajar al espacio, o ser superestrellas. Pero no salen de nuestra mente. El porno puede resultar estimulante y excitante, pero si se lleva a la realidad, según y qué situaciones, nos puede meter en un lío.
Ni todos lo penes miden lo mismo ni todas las vulvas son iguales, aunque así nos lo quieren hacer creer. Al igual que no todas las personas tenemos los mismos ojos, nuestros genitales tampoco son iguales. Existen diferentes tamaños y tipos de penes y vulvas. Tantos como personas. Así que, ¡no te dejes que te engañen!
El orgasmo vaginal no existe. En realidad, solo existe un tipo de orgasmo y no es precisamente la vagina la zona más indicada para conseguirlo, ya que casi no tiene sensibilidad. Es el clítoris, que se encuentra fuera, en la parte superior de la vulva y su única función es la de proporcionar placer. Por eso hay muchas chicas que nunca han tenido un orgasmo con la penetración y ni falta que hace. Hay muchas formas de disfrutar de la sexualidad además de la penetración.No todos los chicos son Jordi ni todas las chicas Mia.
Las personas que aparecen en los videos son actores y actrices que siguen un guion y, por supuesto, obedecen las instrucciones de un director. Están representando una escena (en este caso erótica), por lo que al igual que en otras películas, trabajan para que todo parezca real, pero solo están actuando para que el espectador se lo crea y disfrute de la película.
El tamaño no importa ¿y el tiempo? La zona más sensible del pene es el glande (la punta) y teniendo en cuenta que la vagina tampoco tiene mucha sensibilidad…el tamaño del pene no es tan importante como muchas veces se ha dicho (y se sigue diciendo). O al menos no significa que las relaciones sexuales sean más placenteras. Y con el tiempo, lo mismo. Así que ¡olvídate del reloj y a disfrutar! Además, el tiempo pasa volando cuando se está disfrutando.
Y no, no es educación sexual, así que no lo uses como tal. Se oyen muchos mitos sobre la sexualidad, el placer y los genitales y muchos de ellos también aparecen en la pornografía. Eso no te va a ayudar a conocer mejor tu cuerpo y como funciona tu sexualidad. De eso se encarga la educación sexual que intenta acabar con todos esos mitos que tantos complejos crean tanto en chicos como en chicas.
La pornografía podría ser un elemento más para disfrutar de la sexualidad, en función del criterio de cada quien (no para todo el mundo). Pero para ello hay que saber distinguirla de la realidad porque si no…es posible que más de uno y una se lleve una pequeña desilusión. Y no queremos que esto sea así.Por ello desde AMALTEA hemos diseñado una investigación para estudiar el alcance real que tiene la pornografía en las relaciones sexuales, ya que conocer más (y mejor) nuestra sexualidad nos ayuda a aceptarla tal y como es y a disfrutar de ella tanto en la realidad como en la ficción.