Más allá de los 60, ser mujer y feliz. ¡Sí! ¡Se puede!

Autora: VERÓNICA BLASCO.

Hoy me pongo ante ti, con una hoja en blanco y muchas cosas para compartir.

¡Quiero contarte tantas cosas!… Quiero hablarte de ti, de tu papel a lo largo de la historia, de cómo has hecho que todo funcione y sobre todo de qué cosas puedes hacer por ti.

Tú serás nuestra protagonista, y sólo a tu bienestar y felicidad estarán dedicadas estas líneas, por ello, te invito a que me acompañes en este viaje…

Después de muchos años compartiendo experiencias y aprendiendo de grandes mujeres, llego a la conclusión de que se nos ha vendido mal la historia, se nos ha hecho creer que solo había una sexualidad válida y certera, aquella que se basaba en la heterosexualidad, la monogamia y, sobre todo, en los placeres y necesidades masculinas.

Gracias al trabajo para visibilizar la realidad de muchas personas y colectivos, y aunque haya mensajes que quieran resistirse a desaparecer, esto está cambiando.

¿Pero qué ocurre cuando durante años hemos aprendido, a través de los mensajes y valores que se nos transmitían, que sólo había un modelo válido de sexualidad? ¿Qué podemos hacer cuando hemos interiorizado en nuestra historia personal y en nuestras emociones esos mandatos sociales?

Con todo ello, nos encontramos ante otra realidad, siempre marcada por los modelos sociales y supuestamente válidos de cada época y con un lío dentro de nosotras. ¿Qué es lo mejor, lo que me inculcaron o lo que me muestran ahora? ¿Por qué valores debo regirme? Con esto, y dado que los modelos casi siempre son incompatibles, nos encontramos que no sabemos muy bien cómo encajar nuestras emociones y sentimientos con lo que nuestra cabeza piensa. Así, no es extraño que en muchos de nuestros talleres, uno de los comentarios que más escucho sea: “¿Por qué no nos enseñaron esto antes?” “¡Cuánto tiempo he perdido!”

Vamos ahora a lo mejor de todo, a cómo puedo vivirme a partir de ahora. Para ello, lo primero  que quiero que sepas;  es que no hay nadie más fuerte que tú. Quiero que sepas que se nos ha hecho creer que éramos el sexo débil, pero tú y yo sabemos que no hay personas débiles, más aún cuando hemos encarado la vida de frente, cuando siempre hemos estado en un segundo plano y todo ha sido más importante que nosotras.

Históricamente el papel de la mujer en la sociedad, pese a ser fundamental, ha sido cristalino, apenas visible o nombrable. No se hablaba de cómo las mujeres sostenían y sustentaban los hogares, se preocupaban de alimentar, abastecer y cuidar a todas y a todo; mientras los hombres se llevaban todos los logros. Se nos hizo creer que su trabajo era más duro e importante que el nuestro, por eso quiero que sepas y sientas que tú, y sólo tú, eres lo más importante de tu vida, que necesitas quererte para poder querer, que necesitas cuidarte si quieres seguir cuidando y si no también. Ten claro, que sólo pensando en ti, puedes pensar en los demás…

¿Hace cuánto no te tomas un minuto para ti? ¿Hace cuánto no te das un buen baño o le dedicas tiempo a ponerte la crema hidratante? ¿Te permites poder disfrutar? ¿Te permites el placer? ¿Te permites caer?

No olvides que todas nuestras emociones surgen por algo, que es importante reír pero también llorar, que todo lo que nos ocurre tiene su función, y las emociones negativas también son vivir.

Pero no te olvides tampoco de disfrutar, todas nuestras células están preparadas para ello, nuestro cuerpo está preparado también para el placer, ayúdalo a salir. Equilibra la balanza y no te ancles ni a lo bueno ni a lo malo, déjalo fluir.

Y ahora… te propongo un juego. Deja todo por un momento y piensa SÓLO en ti, en tu vida y en qué quieres conseguir. Vamos a pintar estrellas y objetivos. ¿Tienes un sueño que conseguir? ¿Qué tengo para llegar a lograrlo? ¿Tengo lo necesario para conseguirlo? ¿Qué debo cambiar?

Vamos por partes:

Primero vamos a pensar en grande, da igual cuál sea tu sueño, da igual que creas que es imposible, pues sólo pensando en cosas grandes podemos llegar a las mejores.

Quizá pensar en grande significa sacar tiempo para mi, o reactivar mi vida erótica, quizá es un gran viaje o el café de los martes con mis amigas, o quizá retomar los estudios o apuntarme al curso de arte. Da igual, porque si lo quieres lo conseguirás.

La segunda parte de nuestro proceso va a consistir en observar mis recursos: ¿de qué cosas dispongo para poderlo conseguir?. Se sincera contigo misma, da igual si algo nos falta, ya encontraremos el camino para conseguirlo, lo importante ahora es ser realista.

Y una vez hecho nuestro inventario vamos a ir a por ello. No hay como querer algo para poder conseguirlo, y una vez más, no te olvides de ti.

Quisiera contarte mil cosas más, pero tampoco te quiero agobiar ni cansar. Sé que tienes poco tiempo y prefiero que empieces a disfrutar ya.

Pero permíteme un apunte más… Olvídate de todo, y piensa solo en ti, en qué mujer quieres ser, cómo quieres vivir y cómo te quieres volver a construir, sin mandatos, sin normas, sólo como tú quieras ser. Aprovecha al máximo todas tus cualidades y las cosas que te hacen sentir bien, deshazte de las que entorpecen tu camino o no te están haciendo feliz, porque recuerda, que quizá eso que era válido hace 10 años, no lo es hoy. Y con aquello que no puedas suprimir y tenga que ir contigo, intenta cambiar tu visión sobre ello, que no sea un obstáculo; ya que tiene que ir contigo que por lo menos no reste de ti.

Muchas gracias por acompañarme y espero que pares, encuentres tu sueño y te vuelvas a construir, ¡Por y para ti! ¡Feliz viaje!

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Verónica te invita a escuchar esta canción…