Apoyo asistencial
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Desgraciadamente, el uso de la sexualidad se puede convertir en ocasiones en un “abuso sexual”, contra a voluntad o los deseos de los otros. Ayudar a víctimas y re-educar a los agresores es un reto de la sexología.
A continuación proponemos algunos ejemplos, pero nuestro servicio de apoyo asistencial, está abierto a toda demanda que guarde relación con la sexualidad humana.
Abuso sexual infantil.
Más allá del enfoque legal, el objetivo es el bienestar del menor en su sentido más amplio. Se pretende reparar el daño e interferir o modificar posibles intervenciones que, lejos de ayudar, puedan agravar aún más las consecuencias, a pesar de la buena voluntad.
En caso de producirse en el entorno familiar más directo, el abordaje puede ser global para el abusado y el agresor.
Víctimas de violencia sexual.
Determinados hechos traumáticos contra la libertad sexual de las personas, pueden dejar secuelas, que no se reparan sólo con aspectos legales. Las consecuencias emocionales requieren un enfoque calmado e integral, para que el evento no interfiera la estabilidad personal, más allá de un tiempo prudencial.
Agresores sexuales.
A pesar de lo “impactante” del concepto, las agresiones leves no suelen tener un abordaje psicoterapéutico. Se trata de ayudar al sujeto a superar de forma completa sus inadecuadas “salidas eróticas”; más allá (o junto con) sus implicaciones legales.
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